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Emociones y salud mental

Los jóvenes con enfermedades físicas crónicas, como la AIJ, tienen más riesgo de sufrir problemas de salud emocional y mental, como depresión y ansiedad. Es importante ser consciente de esto, pero saber que también se puede hacer mucho para ayudar.

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Los jóvenes con problemas de salud crónicos, como artritis juvenil, pueden tener más probabilidades de tener problemas de salud mental como mal humor o preocupación. 

Mientras los jóvenes manejan su condición, los cambios en los síntomas o el tratamiento médico, la forma en que otras personas actúan con ellos y cómo se ven a sí mismos pueden hacer que estas luchas se manifiesten.

La siguiente información es una orientación general sobre la salud mental de los jóvenes.

Para obtener apoyo y asesoramiento de expertos, hable con un profesional especializado en salud mental. Hay enlaces útiles a sitios web al final de esta página web.

Preocuparse

La preocupación puede aparecer debido a problemas con el trabajo escolar o la presión de los exámenes, dificultades en la amistad/familia o acoso, y cambios en el estado de salud o su manejo. 

La preocupación puede parecer diferente para diferentes personas, pero algunas personas hablan de:

  • mariposas 
  • Hormigueos
  • latido rápido
  • Respiración rápida y superficial
  • boca seca
  • sentirse enfermo
  • Necesidad de usar el baño.
  • Cada vez más cálido y sudoroso
  • Sentirse tenso y rígido
  • dolores de cabeza
  • No poder concentrarse en el aquí y ahora
  • problemas para dormir

Todos nos preocupamos hasta cierto punto, la ansiedad y el estrés en algunas situaciones son necesarios. Por ejemplo, no cruzaríamos una calle de forma segura si no estuviéramos un poco ansiosos por el tráfico. Pero cuando la preocupación se siente demasiado, dura demasiado o se interpone en la vida, puede ser útil probar diferentes formas de responder a ella.

Técnicas de relajación

  • Cuando la situación que le preocupa está fuera de su control, puede resultar útil utilizar técnicas de relajación de autoayuda. 
  • Actúan calmando el sistema nervioso, ayudándote a salir del modo de “lucha o huida”, que es lo que te hace sentir como te sientes cuando aparece la preocupación. Son una habilidad y toma tiempo practicarlas, pero cuanto más las practiques, mejor serán para controlar los síntomas de ansiedad, permitiéndote elegir seguir con la vida que deseas.
  • Un método basado en evidencia es la “relajación muscular progresiva”. Esto implica tensar y relajar los músculos de todo el cuerpo. Trabajando desde los pies hacia la cabeza, la tensión muscular se mantiene durante unos 5 segundos y luego se deja relajar inmediatamente. A medida que trabaja los músculos del cuerpo, tensándolos y relajándolos, eventualmente se crea una sensación de pesadez cálida que se extiende por todo el cuerpo.
  • Otra técnica comprobada que puedes practicar en cualquier lugar es la “respiración diafragmática”. Hoy en día se habla de muchos patrones diferentes de respiración, pero para ayudar mejor con la preocupación, existen dos reglas de oro: 
    • 1 – respira desde tu vientre, no desde tu pecho. Coloque una mano sobre su barriga y piense en empujarla suavemente hacia afuera mientras inhala; su mano y su abdomen deben caer hacia usted mientras exhala. 
    • 2 – exhala por más tiempo del que inhalas. No importa si cuentas, ni cuántos segundos usas si cuentas, ni si haces una pausa entre inhalaciones y exhalaciones. Pero dedicar más tiempo a una exhalación larga, lenta y controlada ayuda al sistema nervioso a abandonar la respuesta de lucha o huida.
  • Aquí te dejamos un vídeo que puede ayudarte: Ejercicios de respiración en caja

Estado de ánimo bajo

Todos nos sentimos tristes de vez en cuando, especialmente cuando se ha perdido algo de nuestra vida. Pero cuando sentimos que no nos estamos recuperando, puede haber algunas señales a las que debemos prestar atención, lo que podría significar que necesitamos ayuda.

Cuando alguien se deprime y se siente deprimido, su nivel de actividad se reduce y sus patrones de pensamiento cambian. Pueden incluir:

  • sentirse desesperado
  • Pierden interés en lo que hacen normalmente.
  • deja de hacer tanto
  • Dormir más o menos
  • comer mas o menos
  • Sentirse más cansado, de mal humor o triste
  • Deja de hablar tanto con la gente
  • Piensan que no valen nada y pierden de vista quiénes son o quieren ser

Ponerse en marcha de nuevo

Podemos ver que el mal humor puede hacernos abstenernos de participar en la vida. Para ayudar es importante programar actividades placenteras en nuestro día. Estas actividades deben ser cosas que valores o que solían traerte alegría. Puede ser cualquier cosa, desde ver amigos, pintar, practicar un deporte, aprender una nueva receta, jugar con la familia, cuidar animales, hasta escribir un cuento o una canción. Si actualmente tu cuerpo no es capaz de hacer exactamente lo que te gustaba antes, piensa por qué te gustaba y busca otras actividades que puedan compartir esos valores. No te preocupes si no tienes ganas de hacerlos o si al principio no te levantan el ánimo. Quédate con ellos, el hacer es lo primero, la motivación es lo segundo. 

Lleve un diario de sus actividades durante el día y califique su estado de ánimo al final de cada día. Esto puede ayudarle a mostrarle qué tipo de actividades tienen más posibilidades de mejorar su estado de ánimo. Entonces tómate más tiempo para esto. Puede resultar difícil cumplir con las actividades programadas, especialmente al principio. Piensa en quién puede ayudarte con esto y pídeles que te recuerden las actividades o que te acompañen en ellas. Cuantas más personas le hagas saber que estás intentando hacer esto, es más probable que vuelvas a hacerlo más rápido. La gente suele estar más que feliz de ayudar. A las personas les gusta ser útiles unas a otras y hacer estas cosas con otras personas puede darte la oportunidad de hablar sobre lo que está pasando y ayudarte a no sentirte tan solo. 

Si aparecen pensamientos engañosos, pueden dificultar el cumplimiento de los planes. Simplemente observe estos pensamientos. Recuerde que son pensamientos, no hechos, y que aún puede elegir hacer lo que quiera, sin importar cómo se sienta. Continuar tomando decisiones que te acerquen a lo que te importa y a la persona que quieres ser ayudará a que ese tipo de pensamientos aparezcan menos. Y cuando empiecen a aparecer diferentes pensamientos más positivos, escríbalos en una libreta o en su teléfono para ayudar a que su perspectiva cambie aún más rápido.

autolesión

Es un comportamiento, no una enfermedad, no es una búsqueda de atención y, a menudo, es un acto secreto y privado.

La autolesión se puede utilizar para:

  • Comunicar sentimiento de angustia
  • Dar alivio al dolor emocional y la tensión.
  • Recuperar la sensación de control
  • Autocastigo por sentimientos de culpa o vergüenza.

La autolesión puede variar desde lesiones menores hasta comportamientos peligrosos y que ponen en peligro la vida. Los jóvenes se autolesionan por muchas razones, incluido el acoso y la mala imagen corporal. Las posibles señales de advertencia de que un joven se está autolesionando son:

  • Los accidentes o lesiones inexplicables incluyen cortes, moretones o quemaduras de cigarrillos en áreas del cuerpo que a veces se ocultan fácilmente.
  • No sentirse bien consigo mismos
  • Tener más tiempo a solas
  • Tener cambios de humor más importantes con más frecuencia
  • No llevarse tan bien con el trabajo escolar
  • Pérdida de interés en pasatiempos o deportes favoritos.
  • Mantenerse completamente cubierto, incluso en climas cálidos. También evitar situaciones en las que se espera ropa reveladora (por ejemplo, educación física en la escuela).

La autolesión se utiliza con mayor frecuencia como mecanismo de afrontamiento cuando el joven no ha encontrado una manera más segura de manejar sus luchas.

  • Invitarlos a hablar sobre ello es el primer paso. Si están felices de compartir la situación, los pensamientos y sentimientos que conducen a la autolesión, es posible que puedan trabajar juntos para pensar qué cambios se podrían hacer.
  • El siguiente paso es trabajar juntos para intentar encontrar una técnica de afrontamiento diferente para reemplazar el comportamiento. Algunas sugerencias se pueden encontrar aquí .
  • Si el joven experimenta altos niveles de preocupación, mal humor o enojo, bríndele información sobre ayuda y tratamientos efectivos. Hay enlaces a sitios web a continuación.
  • Los profesionales que pueden ayudar incluyen a la enfermera escolar, psiquiatras, el Servicio de Salud Mental para Niños y Adolescentes (CAMHS), psicólogos clínicos, consejeros, servicios de tratamiento de drogas y alcohol y otros servicios de salud mental.

Aplicaciones útiles: Headspace , Calm , Calmharm , Sleepio , moodgym , Moodkit , sam (ansiedad de autoayuda) .

Actualizado: 31/01/2023